Los fiscales Máximo Paulucci y Natalia Urruti acusaron este lunes, en una audiencia de formalización, a Santiago Cazenave por haber sido organizador de la fiesta clandestina en el bar Apolo, de Catriló, en medio de las medidas de restricción por el coronavirus.
Cazenave fue citado y se presentó en el Centro Judicial de Santa Rosa. Primero fue indagado por los fiscales, pero prefirió el silencio. Posteriormente, por videollamada por Zoom, se hizo la audiencia de formalización que fue presidida por el juez Carlos Ordás: se lo acusó de violar los artículos 205 y 239 del Código Penal, dijo el fiscal Paulucci a Diario Textual.
El 205 del Código Penal establece que será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia. En tanto, el 239 indica que recibirá prisión de 15 días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones.
Cazenave es el dueño o administrador del bar Apolo. El domingo, a las 6.45 horas, la Policía concurrió al local de Viale y España y encontró a 36 personas, en una fiesta que violaba todas las disposiciones para prevenir el coronavirus: en La Pampa -que se encuentra en la fase de distanciamiento social-, los bares pueden funcionar solo hasta las 0 horas bajo un estricto protocolo.
Posteriormente, los fiscales ordenaron el allanamiento de su casa y secuestraron un teléfono celular. En los próximos días, los peritos abrirán ese celular.
“Desde la fiscalía vemos como sospechoso o probable que haya habido más personas. Es que la Policía llegó a las 6.45 en el bar y estimamos que ya se habían retirado más personas. Por eso se pidió el secuestro y apertura del celular, con el fin de verificar si Cazenave fue el que convocó a la fiesta y si había más personas, entre otros puntos”, dijo el fiscal.
Los otros 35 aún no declararon. Pero ya están notificados como imputados. “Todos van a ser sometidos a proceso”, contó el fiscal a Diario Textual.
La situación de Cazenave es delicada: tiene como antecedente una condena en suspenso de 3 años por encubrimiento por el robo de glifosato en un campo en Relmo y, si recibe una condena por este caso del bar, quedará automáticamente preso. Por lo pronto aún no hay fecha para un juicio y no hay una nueva condena. Por eso ya pudo regresar a Catriló.
Catriló: encuentran a 36 personas en una fiesta clandestina en un bar