“La poesía de Ana María Lassalle nos salva”, dice el escritor Hugo Rivella a modo de síntesis en el prólogo de “Galo y Stalingrado”, el nuevo libro de la escritora pampeana. Y así es.
Dedicado a Galo García Colombato, nieto de la autora, el libro agrupa a veintidós poemas especialmente recopilados por la escritora Anamaría Mayol.
En ellos, Lassalle describe distintos pasajes de su vida y hasta deja en claro cómo sueña ser recordada: “de pie y con el puño cerrado”.
“Escribirlo fue, más que nada, un proceso de autodescubrimiento. Comprendí que no podía hacerlo si no creía firmemente en su autenticidad. Cada poema está atravesado por la verdad. También me hizo consciente que era necesario no decir todo, por respeto a los lectores. Ellos intuyen lo que está en el poema aunque no esté dicho y esa era la manera de darles un espacio de creación. Todo lector es un creador, ya es sabido. Y adopté con menos dudas un estilo, coloquial, comprensible para todos y todas. Detesto lo críptico”, dice la escritora a Diario Textual.
El libro fue editado en este contexto de pandemia por El Mensú, editora independiente de Villa María, Córdoba, y ya está a la venta en todas las librerías.
“En éste o en cualquier contexto la poesía está atravesada por su circunstancia histórica, es siempre contemporánea. El presente es el tiempo de la poesía y es el tiempo en que están vivos el futuro y el pasado. Por eso en estos poemas habitan tanto la infancia, como los sueños aún por realizarse”, dice
Ana María Lassalle es la única escritora pampeana mujer que figura oficialmente en las “listas negras” de la última dictadura cívico-militar. Pero ella sigue haciendo sonar su metralla de “canto y poesía” para que se extinga, de una buena vez, el mal porque, ¿qué mejor justicia que la justicia poética?
“Hoy, como siempre, creo que poesía y militancia son inseparables. Un arma cargada de futuro, decía (Gabriel) Celaya. La palabra puede ayudar a cambiar el mundo. La aparición del hombre nuevo, de la que hablaba el ‘Che’. Es uno de los motivos por los que escribo”, afirma.
…yo dí clase en la UNLPam y aunque me encanta
nada me gusta tanto como hablar
con mis hijas de cómo será el mundo
cuando los genocidas desaparezcan de la faz de la Tierra
como los dinosaurios
(no será un meteorito
sino bajo una metralla de canto y
poesía)
Ana María Lassalle llegó a La Pampa en 1951, a la zona del caldenal, que marcó para siempre su escritura poética. Fue miembro fundadora de la Joven Poesía Pampeana (1957) y, más acá en el tiempo, parte de la Asociación Pampeana de Escritores y Asociación Pampeana de Conservación del Patrimonio Cultural.
En el ámbito académico ha sido investigadora invitada del Instituto de Estudios Sociohistóricos y del Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer de la Facultad de Ciencias Humanas (UNLPam).
Ha publicado otros cuatro libros de poesía: “La Pampa y yo”, de Ediciones Marinelli (1959); “Argentina y Tiempo de andar”, de editorial El Grillo (1964); “Prepárate a derrotar al viento”, de Ediciones Pitanguá (2015); y “Las bebés clandestinas. Poemas cotidianos”, de editorial Voces, de la CPE (2018).