No la dejaba salir de la casa, no podía tener amigos y no quería que usara teléfonos celulares. Vivían hace 36 años juntos en un pueblo del norte de La Pampa y la golpeaba. El último episodio fue en un almuerzo: se enojó porque la comida era poca, la derribó y la golpeó a patadas en el suelo. Ahora el juez Heber Pregno, de la Segunda Circunscripción Judicial, aceptó un acuerdo de juicio abreviado y le impuso una pena de 8 meses de prisión condicional.
El hombre fue condenado por los delitos de amenazas simples y lesiones leves agravadas por el vínculo.
Pregno le impuso una serie de reglas de conductas por dos años. Si las incumple, será encarcelado.
Entre ellas, debe fijar domicilio y no ausentarse del mismo o modificarlo sin dar aviso previamente al Juez de Ejecución Penal y a la Fiscalía; tiene que terminar con los actos intimidación contra su ex; y debe someterse a un tratamiento psicológico.
La víctima pidió especialmente que no se la identifique. Por eso, en el fallo al que accedió Diario Textual se resguardó la identidad de las partes, la localidad en la que han ocurrido los hechos y otros datos que permita individualizarlos.
La pareja convivía desde hacía 36 años. Tienen hijas mayores. “Todas sufrimos su violencia”, dijo la mujer. “Nunca lo denuncié. Tenía miedo. Mucho miedo”, argumentó.
Según contó, desde el 2000 comenzó a agravarse la convivencia. Hace unos 11 años la situación se tornó insostenible: la mantenía prácticamente encerrada en su casa.
En 2014 ella se enfermó. “No soportaba mi tratamiento y viajes, vivía de mal humor”, contó.
Según dijo, la hacía dormir en el garaje en un colchón. También le controlaba el kilometraje del auto. Le revisaba el celular, la amenazaba y hasta incluso con hacerle daño a su hermana. “Si tuviera un arma, las mato a las dos”, llegó a decirle. “No tener un arma… ¿sabés cómo te doy un tiro en la cabeza?”.
Hace un mes, una familiar de la víctima advirtió de la violencia a la Policía. Tres días antes había sido golpeada brutalmente.
“El día 29 de marzo del 2020 aproximadamente a la hora 13:00 en el domicilio que compartía con su esposa, ubicado en calle XXXX de la localidad de XXXX en momento en que la mujer lo llamó para almorzar, éste se enojó con la nombrada porque decía que la comida era poca, arrojándole la comida al piso y empujándola, lo que provocó que la señora cayera al suelo, al tiempo que trataba de quitarle el celular de las manos. Estando la damnificada en el suelo comenzó a darle patadas por todo el cuerpo”, según reprodujo el juez en su fallo.
Una familiar de la víctima avisó de esta agresión a la Policía unos dos días después. Así, un uniformado fue inmediatamente hasta la casa. Allí la mujer le comentó que sufría violencia de genero desde el año 2014 por parte de su esposo y además tenía muchos problemas de salud, los cuales relacionaba con los malos tratos que él le daba.
El acusado fue detenido y posteriormente, en una audiencia de formalización, se le informó de qué delitos se lo acusa. Recientemente presentó un acuerdo de juicio abreviado, con una pena de 8 meses de prisión en suspenso -es decir, no irá a prisión, si es que cumple determinadas reglas de conducta-.
La mujer, al ser consultada, aceptó el abreviado. Así, en las últimas horas el juez firmó la condena de 8 meses de prisión en suspenso.
La mujer, que ahora vive con una tía, se mostró aliviada. “Volví a vivir”, dijo.