Una mujer encabezó este viernes una manifestación en el Centro Judicial de Santa Rosa para pedir al Tribunal de Impugnación Penal (TIP) que aumente la pena a una niñera que, según aseguró, abusó de sus tres hijos. «Quiero que se haga justicia», dijo Joana a Diario Textual.
La manifestación, con altoparlantes, pancartas y bombos, también incluyó a otras familias: las de Marcos Fernández y de Sebastián Rodríguez, ambos condenados por abuso sexual.
En el caso de Sebastián Rodríguez, fue condenado a 12 años de prisión por la violación a una joven. Sus familiares afirmaron que no tiene pruebas y negaron el abuso.
En tanto, Marcos Fernández, un empleado municipal de Santa Rosa, fue condenado a 18 años de prisión por la violación a su hijastra. Sus familiares están reclamando que cumpla la condena en Santa Rosa, en vez de Senillosa (Neuquén).
El caso de la niñera se ventiló en un juicio, que se desarrolló en Santa Rosa entre marzo y abril. El mes pasado, el juez Andrés Olié condenó a la niñera de 21 años como autora de los delitos de exhibiciones obscenas, agravadas por la edad de la víctima, como delito continuado; en concurso real con abuso sexual simple, cometido sobre un menor de 13 años, agravado porque el hecho fue cometido por quien tenía su guarda, como delito continuado, a la pena de cuatro años de prisión efectiva.
Para el juez, las víctimas fueron dos hermanitos, una niña de 6 años y un niño de 11. La absolvió, por el beneficio de la duda, sobre la tercera denuncia de abuso a otro hermano, de 4 años.
Los hechos ocurrieron entre septiembre y noviembre de 2019 en la casa donde los cuidaba en calidad de niñera. Allí la imputada –en varias oportunidades– “realizó actos de desnudez completa mientras se bañaba con la menor, en contra de su expresa voluntad”, detalló el magistrado. Con relación al menor, indicó que fue obligado –entre otras conductas– a realizarle tocamientos a ella.
El magistrado, en la parte resolutiva del fallo, dispuso mantenerle la medida de coerción impuesta hace un año y medio de arresto domiciliario hasta la finalización del proceso y además ordenó su inmediata detención cuando la sentencia quede firme.
Durante los alegatos finales, el fiscal Marcos Sacco había requerido una sanción de 18 años de prisión porque sostuvo que los delitos fueron en perjuicio de tres hermanitos –el restante de cuatro años– y no de dos.
En el caso de la pequeña le imputó a la niñera el delito de exhibiciones obscenas, agravadas por la edad de la víctima. Por el del niño de 11 años, abuso sexual simple como delito continuado, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal calificado por haber sido cometido por la encargada de la guarda. Y con respecto al tercero, abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, calificado por haber sido cometido por la encargada de la guarda, como delito continuado, en concurso real con exhibiciones obscenas, agravada por la edad de la víctima.
La fiscala María Silvina Blanco Gómez, en cambio, solicitó la absolución de la mujer y, subsidiariamente, que reciba la pena mínima por abuso sexual simple.
Olié descartó la acusación contra el nene de cuatro años y le otorgó a la niñera el beneficio de la duda. Luego, para fijar la pena –en teoría de 3 a 14 años–, valoró como atenuantes la falta de antecedentes penales de la acusada, las declaraciones de cuatro testigos diciendo que “posee actitudes solidarias” –forma parte de un proyecto destinado a chicos humildes–, el “insuficiente nivel de instrucción formal” y su edad al momento de los hechos (19 años). A su vez, mencionó como agravantes, la reiteración de las conductas ilícitas y la extensión del daño a ambos menores, al tal punto que debieron concurrir a una terapia psicológica.