El Centro Pampeano de Estudios Sociales y Políticos le planteó al gobernador Sergio Ziliotto que analice nuevas restricciones en nuestra provincia, según la situación epidemiológica de cada zona o localidad que así lo amerite por la cantidad de contagios de coronavirus y también le pidió al mandatario que resuelva con los gremios docentes la posibilidad de suspender las clases presenciales.
“El CPESP manifiesta su preocupación por la situación sanitaria derivada de la segunda ola de coronavirus. No obstante el avance de la vacunación, las cifras de contagios e internaciones difundidas oficialmente deben inducir al estudio de nuevas restricciones, aplicadas de manera localizada y cuando las circunstancias objetivas lo indiquen”, aclaró la organización.
El Centro de Estudios pampeano sostuvo que se debe tener en cuenta la particular estructura económica de La Pampa, en la que el empleo público y sobre todo la docencia son actividades que mueven más personas, y no existen prácticamente equivalentes industriales. “No hay masas de trabajadores que lleguen todas las mañanas a Santa Rosa o General Pico en transporte público, y no existe un riesgo de contagio similar al del AMBA por ese lado”, agregó.
“Quedan en consecuencia las clases presenciales con todo lo que ello implica en materia de movilidad de alumnos, padres y docentes como situaciones que favorecerían la diseminación del virus. Sin dejar de lado la necesaria observancia de las restricciones a las reuniones públicas y privadas y la conveniencia de reducir los desplazamientos a lo imprescindible, por parte de la comunidad”, afirmó el CPESP.
Y concluyó: “En consecuencia, es necesario que el Gobierno provincial analice con los gremios docentes las medidas a tomar, teniendo en cuenta la información epidemiológica y la situación en cada lugar”.