La gran duda en Casa de Gobierno, por estas horas, es el sistema sanitario pampeano aguantará con este ritmo de contagios de coronavirus. Este lunes se registró el récord de contagios: 830.
¿Se vienen más restricciones? Es un tema que se debate entre Sergio Ziliotto y su gabinete.
Hace siete días Ziliotto anunció hasta el martes 25 la suspensión de las clases presenciales, limitó aún más la circulación en la vía pública entre las 21 y las 7 horas y restringió el horario de 8 a 20 horas de los comercios.
Ese lunes 10, cuando el mandatario provincial hizo el anuncio, se registraron 581 nuevos casos. Hoy las cifras treparon a “más de 800”, dijeron los informantes. A las 20, oficializaron en 830.
El número creciente se debería a más testeos -La Pampa sostiene que hisopa hasta 3 puntos más que el resto del país- y la posibilidad -aun no oficializada- de circulación de variantes del covid más contagiosas y con más letalidad. También la irresponsabilidad de un sector -aunque minoritario- de la sociedad.
El mandatario no quiere tocar más la actividad económica. Espera, como le dicen algunos de sus asesores, que la curva empiece a bajar a fines de esta semana. Justo cuando se cumplan los diez días desde que se anunciaron, entre otros puntos, la suspensión de las clases presenciales y las mayores restricciones de circulación.
Además, el mandatario y sus ministros están a la espera de posibles anuncios de restricciones impuestas desde el Gobierno nacional.
“Si restringimos más la actividad económica, se funde la provincia”, exageraron otras fuentes oficiales en diálogo con Diario Textual.
Coincidencia o no, los gastronómicos distribuyeron un comunicado en la noche de este lunes. “Nos estamos fundiendo”, dijeron. “En el marco de la profunda crisis sanitaria, económica y social ocasionada por la pandemia Covid-19, FEHGRA La Pampa comunica que el sector hotelero y gastronómico de toda la provincia se encuentra en una situación realmente desesperante, tanto para el caso de sus más de 500 pequeños empresarios, propietarios de establecimientos, como para las aproximadamente 3.000 familias de empleados que dependen del mismo en forma directa”, advirtieron. “Los establecimientos nos estamos fundiendo uno a uno, y la ayuda parece llegar solo cuando el sector se encuentra a punto de estallar, sin notar que en esa especulación muchas familias de emprendedores y empleados se quedan realmente sin trabajo y sin ingresos, literalmente a la deriva”.
En Casa de Gobierno saben también que asumen un gran riesgo si no definen nuevas restricciones. Es posible que el sistema sanitario no aguante este nivel de casos diarios de covid.
Por lo pronto el Gobierno -que hace un mes había anunciado 16 camas más de terapia intensiva en el sector privado- en los últimos días decidió sumar 41 más en el sector público.
Ziliotto, en medio del aumento de ocupación de camas, intenta mantener un equilibrio entre economía y salud. De todas maneras, tiene cerca el botón rojo. “No me va a temblar la mano para tomar decisiones”, les reitera a sus allegados.