El presidente Alberto Fernández destacó hoy la necesidad de suspender las exportaciones de la carne. “Hay que poner orden en quiénes exportan (carne) y poner el orden el Mercado de Liniers porque no es posible que los exportadores que venden a China vayan a comprar ahí, dado que entonces prevalece el precio de la exportación y eso solo ya tergiversa el precio del mercado interno”, justificó.
Así lo expresó el mandatario en declaraciones formuladas esta mañana a Radio 10, en las que puso el acento en el objetivo de “volver a poner el precio de la carne en sintonía con la capacidad de compra de los argentinos y la de un exportador”, al referirse a la decisión de suspender por 30 días la exportación de carne vacuna.
La medida, con el fin de controlar los precios para el consumidor argentino, generó el rechazo generalizado de los productores rurales de La Pampa.
Los productores pampeanos, por supuesto, no serán los únicos perjudicados: también los frigoríficos, la mayoría de los cuales tienen cuotas para exportar, como el Pampa Natural (del pueblo de Speluzzi, controlado por La Anónima), General Pico (Pico), Carnes Pampeanas (Santa Rosa) y HV (Bernasconi).
En principio, si la medida se levanta en un mes, no afectaría a la mano de obra. Pero sin dudas ya generó incertidumbre ante las nuevas inversiones que las plantas estaban encarando.
Con el cierre de exportaciones por 30 días, el Gobierno espera que se ordene la cadena de distribución en el país y pueda verificarse la baja en el precio de la carne, uno de los más decisivos en la composición de la canasta de alimentos de los argentinos.