El director y dramaturgo teatral Fernando Baretto (53 años), de Santa Rosa, falleció por complicaciones derivadas del coronarvirus.
El 27 de junio había fallecido la madre del director, también de covid. El director teatral se encontraba internado en Santa Rosa, en el CEAR, donde su salud se fue resintiendo hasta que falleció alrededor de las 17 horas de este martes.
Compañeros y compañeras de escena del director lamentaron la pérdida y acompañaron a familiares y amigos en este momento.
Baretto trabajó como autor, director u operador en diversas obras teatrales, como Sin Selene, Monoambiente, Así en el cielo, Nosotros Quietos NO, MUM, Mujer-Universo-Mujer, Noches blancas y Lazos familiares, entre otras.
Alberto Callaqueo, periodista y director teatral, despidió a su amigo con una descripción de su trabajo. «Inconformista, obsesivo, meticuloso en el tramado de sus puestas, Baretto se caracterizó por encontrar una estética propia, por profundizar en un teatro cien por ciento Baretto, desde los textos, la encarnadura de los personajes, su vocalización y hasta la puntillosa ubicación del más alejado de los reflectores«, sostuvo. «No era el suyo un teatro de ‘lectura rápida’. Fernando siempre trabajó muy fuerte la imagen y a ese portento de la escena le sumaba lo que quería comunicar. Porque está claro que en teatro no siempre la palabra es lineal. Y él hizo de eso su sello más distintivo».
Según recordó Callaqueo, tuvo sus inicios desde muy joven en las “tripas” del Teatro Nacional Cervantes, donde trabajó unos años hasta que se radicó en Santa Rosa. «Se asoció a la maravillosa impronta que por entonces marcaba Pedro Di Nardo -otro entrañable compañero de las tablas que se fue temprano-, que lo cobijó y admiró y con el que realizó sus primeras puestas santarroseñas», dijo.
En los últimos tiempos, Fernando también se dedicó a la enseñanza teatral. «En algo coincidieron siempre las difíciles voces de las y los integrantes del colectivo teatral: podían gustar o no sus puestas, pero nadie jamás pudo criticar su talento de pedagogo», contó Callaqueo.