El Gobierno de Sergio Ziliotto le empezó a poner fin a las dispensas o permisos para no trabajar en forma presencial en los organismos del Estado a raíz de la pandemia de coronavirus. Este viernes, a través del Decreto 2412, estableció que desde el 17 de agosto los empleados con dispensas deberán volver a sus lugares de trabajo si tienen al menos una dosis de las vacunas contra el coronavirus.
El objetivo de las dispensas del deber de asistencia al lugar de trabajo era evitar la propagación del virus. Es decir, debían trabajar en forma remota desde sus casas.
Ahora, con el avance de la vacunación, se empieza a normalizar el funcionamiento de los organismos del Estado.
“Autorízase a los Jefes de Jurisdicción Presupuestaria y a los Titulares de los Entes Autárquicos y Descentralizados de la Administración Pública Provincial, a convocar al retorno a la actividad laboral presencial a los agentes bajo su dependencia alcanzados por la licencia excepcional y dispensa de asistir al lugar de trabajo prevista en el artículo 4º del Decreto Nº 555/20, siempre que hubieren recibido al menos la primera dosis de cualquiera de las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra el COVID-19 autorizadas para su uso en la República Argentina”, se indica en el decreto al que accedió Diario Textual.
Para eso, deberán transcurrir 21 días entre la inoculación y el inicio de la prestación presencial.
En el artículo 2 se refiere a los trabajadores del Ministerio de Salud que tienen “alto riesgo de exposición” al virus. Estos deberán tener las dos dosis para volver a trabajar en forma presencial. “Establécese que los agentes pertenecientes al Ministerio de Salud con alto riesgo de exposición, alcanzados por la licencia excepcional y dispensados del deber de asistencia al lugar de trabajo por encontrarse comprendidos en el artículo 4° del Decreto N° 555/20, podrán ser convocados a prestar servicios de carácter presencial, transcurridos los 21 días de haber completado el esquema de vacunación en su totalidad”, sostiene el decreto.
Hay excepciones. Seguirán con estos permisos, por ejemplo, las personas que tienen HIV; las que deben usar medicación inmunosupresora o corticoides; las que tienen inmunodeficiencia congénita; las que sufren desnutrición grave; y las que han sido trasplantados o son pacientes oncohematológicos.
La medida, según se estableció, entrará en vigencia el 17 de agosto.