La interna de la línea Plural, comandada por Carlos Verna, ya no se disimula. El exgobernador sigue sin hacer apariciones públicas y alimenta todo tipo de elucubraciones dentro del peronismo. Principalmente en General Pico, su ciudad, donde en las PASO del 12 de septiembre el Frente de Todos cayó por 7 mil votos contra las listas de Juntos por el Cambio.
En la ciudad norteña, las principales espadas de Verna no han puesto el cuerpo a esta campaña. El senador nacional Daniel Lovera, la diputada provincial Alicia Mayoral y hasta el viceintendente piquense Daniel López no están militando por los candidatos y las candidatas del Frente de Todos.
Gran parte de peso de la campaña quedó en manos de la intendenta Fernanda Alonso. Otra a la que, según cuentan en el peronismo, Verna ya ni le atiende el teléfono.
Desde Pico señalan a Diario Textual que Verna, con su silencio, está diciendo que «está molesto» y que los del frente peronista «no son sus candidatos».
No apareció aún en la campaña y no hay ninguna señal por ahora que saldrá a embarrarse a la cancha. “¿Para qué Carlos va a salir a hacer campaña? ¿Para cargar con una derrota?”, preguntan, incrédulos, sus allegados cuando se los consulta.
En medio del río revuelto, el PRO se frota las manos. “Fernanda no es Verna”, fue el mensaje que se viralizó por Whatsapp, con una foto de Alonso y el exgobernador. Nacido presuntamente en las usinas del macrismo, lo divulgaron a sus contactos hasta los halcones del “Barba”.
Los ultravernistas dicen -al menos en off de récord- que JxC podría ampliar la diferencia en Pico. Coinciden con el análisis que hacen los macristas-radicales. “En Pico vamos a sacar más votos”, se agrandan los amarillos de Martín Maquieyra.
La situación es diametralmente opuesta en Santa Rosa: las líneas se han encolumnado para trabajar por la lista encabezada por Daniel Bensusán y hasta patean las calles los exgobernadores Rubén Marín (Convergencia Peronista, cuatro veces gobernador) y Oscar Mario Jorge (Compromiso Peronista, dos veces mandatario provincial).
Faltan tres semanas para las elecciones legislativas. El 14 de noviembre se sabrá si el frente peronista logró revertir los resultados de las PASO.
Hoy por hoy, en el campamento de Sergio Ziliotto creen que están achicando terreno. Pero la gran duda sigue siendo Pico.