La agrupación Pan y Rosas convocó a la concentración en la plaza San Martín de la capital pampeana y posterior marcha, para este jueves 25 de noviembre, a las 18 horas, en el marco del día Internacional de Acción contra la Violencia hacia las Mujeres.
Desde la organización remarcaron la difícil situación que atraviesan las mujeres en el país: según un informe del Observatorio de Feminicidios en Argentina «Adriana Marisel Zambrano», en los primeros diez meses de este año se cometieron 227 femicidios y 10 transfemicidios o travesticidios en el país: uno cada 30 horas.
“En términos absolutos, la Provincia de Buenos Aires fue la jurisdicción que registró una mayor cantidad de casos. ‘Como consecuencia de los femicidios, 255 hijas e hijos quedaron sin madre’, dicen en un informe reciente y destacan que ‘del total de femicidas, 27 eran agentes o ex agentes de fuerzas de seguridad y 17 tenían dictada una medida cautelar de prevención’. Lejos de ‘tirar abajo el patriarcado’ los Ministerios y Secretarias de Género solo sirven para sostener una política de ajuste del Gobierno que recae fuertemente sobre las espaldas de las mujeres y disidencias en los laburos, cada vez más precarios, y las barriadas, y que recortan los programas de atención y prevención de la violencia machista ya de por sí escasos”, expresó Pan y Rosas.
Y agregó: “En La Pampa, la situación no es más distinta que en todo el país. En el conglomerado Santa Rosa-Toay, la pobreza subió al 36,8%. Esto repercute directamente sobre las mujeres, quienes son, muchas de ellas, las que sostienen hogares. Según los números oficiales, en Santa Rosa-Toay hay 46.636 hogares y unas 128.805 personas. La pobreza alcanza a 47.454 personas, lo que equivale al 36,8%, y a 12.033 hogares, un 25,8% del total”.
“La pandemia y la política de ajuste del Gobierno nacional y los gobiernos provinciales empeoraron las condiciones de vida de millones de mujeres y de la diversidad sexual. La lucha de la marea verde, que conquistó el aborto legal y dejó planteada la separación de la Iglesia del Estado; la pelea por vivienda que instalaron las mujeres de Guernica y otras recuperaciones de tierra; el reclamo contra la precarización del trabajo en la primera línea de enfrentamiento al Covid, son algunas de las expresiones que, en respuesta, se desarrollaron por abajo”, se afirmó en un comunicado desde Pan y Rosas.
“Las mujeres y disidencias no podemos confiar en un Gobierno (nacional) que tiene como jefe de gabinete a (Juan) Manzur, un antiderecho que obligó a parir a una niña de once años”, añadió la organización feminista.
“Hoy, tenemos el desafío de recuperar la fuerza de la marea verde y el Ni Una Menos, que se abrió paso en Argentina al resurgir de este potente movimiento, para unirla con la de quienes se levantan contra el gatillo fácil, el ajuste, por el reparto de las horas de trabajo, por el derecho a la vivienda y contra toda forma de violencia machista. Los centros de estudiantes y las conducciones sindicales tienen que estar a la cabeza. Comenzando por la CGT y las dos CTA, es necesario que rompan su tregua con el Gobierno nacional y convoquen a un gran paro y plan de lucha por todos nuestros derechos”, concluyó el texto de Pan y Rosas.