Los defensores Pablo de Biasi y Silvina Blanco se van a trasladar a la Penitenciaría de San Luis para reunirse personalmente con las dos mujeres acusadas de asesinar al niño Lucio Dupuy, dijeron fuentes del caso a Diario Textual. Posiblemente viajen la próxima semana.
De Biasi es el defensor de Magdalena Espósito Valenti, de 24 años y madre de Lucio. En tanto, Blanco es la defensora de Abigail Páez, de 27 años y novia de Magdalena.
Magdalena Espósito Valenti está acusada de homicidio simple agravado por el vínculo -prevé una pena de perpetua- y Abigail Páez por homicidio simple -establece pena de 8 a 25 años de prisión-.
Se descuenta, sin embargo, que los fiscales y la querella pedirán una nueva calificación de las imputaciones para ambas imputadas, que agravará la expectativa de condena.
Por lo pronto, el abogado querellante que representa a la familia paterna, José Mario Aguerrido, dijo que se trató de un «crimen de odio», que prevé penas más duras.
El caso fue declarado complejo y por eso se conformó un equipo de fiscales para investigarlo. Está integrado por Walter Martos, Verónica Ferrero y Marcos Hernán Sacco.
La semana pasada, el forense Juan Carlos Toulousse entregó un informe final de la autopsia. Se revelaron golpizas y otros múltiples maltratos. Tanto actuales como de vieja data.
Las dos acusadas están en San Luis. Fueron retiradas de La Pampa, a raíz de los graves disturbios frente a la comisaría Sexta -donde se encontraban presas hasta el fin de semana pasado-.
«Magui» y «Abi» están aisladas desde el primer día. Sin embargo, no están incomunicadas: pueden hablar por teléfono con sus defensores y sus familiares.
Lucio, de 5 años de edad, murió el viernes 26 de noviembre por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. La sospecha es que era maltratado en forma reiterada: entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 fue hospitalizado en cinco oportunidades por diversas fracturas -por ejemplo, de un brazo y de un dedo-. Sin embargo, pese a esas alertas, nadie del sistema sanitario hizo una denuncia.
Vivía en una casa de la calle Allan Kardec al 2300, de Santa Rosa, junto a su madre y a la novia de su mamá.
Lucio fue llevado cerca de las 21 horas del viernes 26 de noviembre por Abigail, en brazos, a la posta sanitaria del barrio Río Atuel. El nene estaba desvanecido. Su madre, en ese momento, estaba trabajando de moza en el Hotel Mercure.
La posta estaba cerrada. Por eso un vecino comenzó a hacerle respiración boca a boca. Luego se sumó una enfermera para hacerle RCP. Otra vecina, al ver que no llegaba la ambulancia, cargó al nene en su auto y lo llevó, en contramano, al Hospital Evita. Allí se confirmó su muerte, cerca de las 21.30 horas.
Pasadas las 22 horas, Abigail y Magdalena fueron detenidas por orden de la Justicia.