La diputada nacional Jimena Latorre (Juntos por el Cambio-Mendoza) dijo que la ley de interrupción voluntaria de la vida “es necesaria” porque “la gente la está pidiendo”. Sostuvo que el proyecto “viene a asistir en una fase final aquellos casos de personas que no tengan otra opción y estén sufriendo”.
La iniciativa es impulsada en la Cámara de Diputados por Latorre y Alfredo Cornejo; en tanto que en el Senado fue presentado por Julio Cobos y Pamela Verasay.
Concretamente, el proyecto establece los mecanismos que permiten controlar y evaluar los procedimientos y las garantías para llevar adelante la eutanasia de seres humanos.
“Creemos que es necesario porque la gente lo está pidiendo. Hay gente que está padeciendo, sin posibilidad de mejora, que es la condición que se plantea”, dijo Latorre en declaraciones a Radio Textual (LU 33).
“Es un proyecto que viene a asistir en una fase final en aquellos casos de personas que no tengan otra opción y estén sufriendo”, explicó.
“Espero que se pueda debatir lo antes posible. El tema tiene una amplia aceptación entre los legisladores y creo que va a ser una discusión transversal. Las críticas son menores. Se respetan, pero este es un debate de derecho de cara a todos los argentinos”, agregó.
Según el proyecto, la interrupción voluntaria de la vida del paciente puede realizarse en dos modalidades, práctica eutanásica y muerte asistida, y debe efectuarse con el máximo cuidado y profesionalidad por parte del personal de la salud, con aplicación de los protocolos que a ese efecto determine la reglamentación, los cuales contendrán los criterios respecto a la forma y tiempo de realización de la prestación.
La decisión de solicitar la práctica de muerte asistida debe ser una decisión autónoma “fundamentada en el conocimiento del paciente sobre su proceso médico, después de haber sido informado adecuadamente por el equipo sanitario responsable”. En la historia clínica deberá quedar constancia que la información ha sido recibida y comprendida por el paciente.
Asimismo, se aclara que la “única persona que puede practicar el procedimiento eutanásico o asistir a la muerte a un paciente, es un profesional de la medicina, que para los efectos de esta ley es el médico responsable”.