“Que vaya a la cárcel para que deje de abusar». Así lo dijo Agustín, nombre ficticio para mantener en reserva su identidad. el joven que hace dos años denunció al cura santarroseño Hugo Pernini por abuso sexual.
Pernini sabrá este martes, en el juicio que se desarrolla en Santa Rosa, si lo condenan o no. En caso de recibir una condena, se fijará una nueva audiencia para la imposición de pena.
“La fiscalía y la querella pidieron que sea declarado culpable, que tenga una prisión domiciliaria porque hay riesgo de fuga en el sentido de que tiene medios económicos, en los allanamientos se le encontró mucha plata y tiene familia en otra provincia. El fiscal va a pedir 15 años, la querella 14 y la defensa la mínima. Es lo que sé, todo depende de lo que el juez determine mañana”, dijo Agustín.
“Espero que sea declarado culpable, no solo por mi caso sino por muchos otros de Santa Rosa, que no lo van a denunciar porque es difícil atravesar el proceso que pasé yo. Quiero que todo lo que hice estos dos años no sea en vano, que se llegue a una condena justa, firme y que quede adentro, que deje de abusar, que no le pase a ningún pibe más lo que me pasó a mí. Deseo que la sociedad abra los ojos”, sostuvo el denunciante del sacerdote en diálogo con Diario Textual.
Agustín tiene hoy 30 años. Lo denunció a Pernini en 2019. Lo acusó de haberlo violado en reiteradas oportunidades cuando era adolescente, en Santa Rosa.
Los hechos, según el testimonio de la víctima, se produjeron en la casa contigua que ocupaba el sacerdote en la Iglesia de Luján, en la calle Lope de Vega. Allí concurría porque había ingresado al Grupo Espíritu Santo de esa parroquia.
El joven lo calificó como “un depredador sexual” al sacerdote. “Todo hombre, adolescente o niño que había ido a la Iglesia de Luján, sabía”, agregó.
El cura, en tanto, se defendió. “Soy inocente de todo lo que se me acusa”, afirmó.
El juez que juzga a Pernini es Gastón Boulenaz. El fiscal es Walter Martos y la defensora del cura Vanesa Ranocchia Ongaro.
Para el fiscal Walter Martos, “quedó comprobado” que el sacerdote abusó del menor; en tanto que la defensa pidió la absolución y sostuvo que, si hubo hubo una relación sexual, fue “consentida”. Podría recibir entre 8 y 20 años.