El desdoblamiento de las elecciones provinciales en La Pampa parece ser una fija, pero es una decisión que se hace esperar. Los dirigentes pampeanos esperan el decreto para largar sus campaña. Pero parece que se hará esperar.
Por ahora el gobernador Sergio Ziliotto no habla de reelección y tampoco está definido que se presente, aunque sea probable que repita. “Todavía falta mucho, no hay que apurarse, la gente no está pensando en eso sino en que le solucionemos sus problemas”, es una frase que le dijo el mandatario a uno de sus colaboradores cuando le preguntó sobre el tema. Un diputado provincial se lo consultó directamente en una reunión que mantuvo el mandatario con los legisladores del Frejupa, y Ziliotto prefirió el silencio.
Desde General Pico, el exgobernador Carlos Verna, un estratega en materia electoral, sabe que se tiene que desdoblar para evitar que el malestar social con el rumbo del gobierno nacional afecte al resultado provincial como ocurrió en 2021. Y además evitar que la interna que habrá en el Frente de Todos pueda hacer ruido al interior del peronismo provincial. Los colaboradores de Ziliotto también opinión de igual manera.
La idea es repetir el esquema de 2019. En ese marco, Verna estiró el anuncio sobre cuándo serían las elecciones provinciales hasta el 19 de noviembre de 2018, cuando les informó a los representantes de los otros partidos que las internas serían el 17 de febrero y las ejecutivas el 19 de mayo, todo antes de que se comenzaran a definir alianzas y boletas nacionales.
Un informe del sitio Letra P indicó que ya hay 11 provincias que están detrás del “Operativo Despegue”, como lo bautizaron. Entre ellas no mencionaban a La Pampa, entre las otras siete que pueden desdoblar las elecciones (cuatro jurisdicciones están impedidas constitucionalmente de hacerlo y otras dos ya eligieron en 2021 sus gobernadores). Todos intentan escaparle a la crisis que atraviesa el Frente de Todos y también a los tironeos al interior de Juntos por el Cambio.