La fábrica de chacinados caseros Pampino, de la familia Consiglio, cerró sus puertas luego de 18 años y medio de funcionamiento en el pueblo de General Campos.
Rodrigo Consiglio -uno de los dueños, junto a su padre, el exdiputado Ricardo “Yiyi” Consiglio– dijo que la actual situación es “desesperante”, por lo que cerró la fábrica, aunque seguirá funcionando como distribuidora. Además, apuntó a funcionarios, sindicalistas y a la “infernal burocracia” que, sostuvo, terminan “fundiendo o acobardando” a emprendedores.
“La situación actual es desesperante; aquí se premia al que no trabaja y al que lo hace se lo castiga con impuestos, multas, tasas, gravámenes de todo tipo y con una burocracia infernal para hacer cualquier cosa que se quiera. Los organismos de contralor que tenemos para asegurar la calidad e inocuidad de nuestros productos están lejos de trabajar para ese objetivo, están manejados por gente que nunca dejó su escritorio público”, expresó.
Este es el comunicado de Consiglio:
“Les escribo para comunicarles que después de mucho tiempo de darle vueltas a la situación y no encontrar una salida mejor he decidido cerrar las puertas de la fábrica de chacinados Pampino, el 31 de mayo de 2022. Seguiremos funcionando solo como distribuidora de productos alimenticios bajo el mismo nombre Pampino S.R.L.
Sé que redundar en explicaciones es en vano y solo les hará perder tiempo, de todas maneras, me parece correcto darles un motivo. Desde que abrimos las puertas en agosto de 2003 hemos pasado infinidad de altibajos de la economía de nuestro país pero ninguno como este. La situación actual es desesperante; aquí se premia al que no trabaja y al que lo hace se lo castiga con impuestos, multas, tasas, gravámenes de todo tipo y con una burocracia infernal para hacer cualquier cosa que se quiera. Los organismos de contralor que tenemos para asegurar la calidad e inocuidad de nuestros productos están lejos de trabajar para ese objetivo, están manejados por gente que NUNCA dejo su escritorio público, NUNCA trabajo en forma privada (incluso a veces NUNCA TRABAJO) y, mucho menos, NUNCA le dio trabajo a NADIE; las normas que tienen son totalmente absurdas y solo controlan a los que hacemos las cosas bien, como dicta la ley, a los que trabajan sin estar inscriptos en ningún lado no los controla nadie solo por el hecho de no estar en su lista.
De mas esta decir que esto lo escribo con profundo dolor. Esta fábrica me ha demandado muchísimo tiempo que le he sacado a mi familia, muchos problemas de salud por problemas desencadenados la mayoría de las veces por decisiones tomadas por gente inepta que afectan directa o indirectamente el negocio y que a veces no se sabe cómo resolver, pero. . . estamos en la Argentina y hay que encontrar la salida solo, porque nadie te defiende si vas por el camino del trabajo.
Los organismos tales como Se.Na.S.A., O.N.C.C.A., Ministerios Provinciales, Sindicatos, etc., que en teoría fueron creados para ayudar a las empresas a trabajar bajo normas de buenas prácticas de manufactura, higiene, seguridad, asegurar la calidad de los alimentos que consume la población y cuidar a los empleados, están dirigidos por gente que no tiene ni idea como se trabaja en una fábrica, no conocen las limitaciones que existen en un pueblo, dictan normas para empresas que funcionan en ciudades únicamente, logrando que todos los que tenemos la osadía de emprender algo en un pueblo nos arrepiéntamos de eso durante toda la vida! Tienen el perverso sistema de premiar a sus empleados por castigar a las empresas, en vez de ayudarlas a mantenerse a flote y mejorar; te tapan de trámites, planillas, exigencias y gente a cargo para realizar trabajos sin sentido que te terminan fundiendo o acobardando.
Es increíble que el Estado, en todos sus estamentos, prefiera tener cada vez más gente desocupada y pobres a los que mantener con los impuestos (que son cada vez mas) que pagamos todos los que trabajamos y le damos trabajo a la gente (que somos cada vez menos).
No quiero despedirme sin antes agradecer a todos los que hicieron posible que esta empresa funcione durante casi 20 años, que la marca se conozca en más de 10 provincias de nuestro País; los empleados, que son los mejores que se pueden pedir; los clientes y proveedores que, cuando comenzamos la relación comercial siempre los vi como socios fundamentales para el desarrollo del negocio y con el tiempo terminamos siendo amigos, a los que nos prestan servicios de todo tipo para que podamos funcionar correctamente, a algunos (muy pocos) funcionarios públicos, inspectores de algunos organismos ya mencionados y periodistas que nos han dado una mano y a todos los que de una u otra manera pusieron su granito de arena para que la empresa funcione, crezca y se mantenga a flote durante tanto tiempo”.