Los comercios no pueden aumentar el precio de un producto cuando el consumidor paga con tarjeta de débito porque el débito es efectivo, y tienen la obligación de cobrar el importe que sea mediante este sistema de pago, es decir no hay un mínimo. Pese a que esto debería ser así porque así lo establece la Afip, en la práctica en muchos casos no ocurre y el perjuicio, claro está, es para el cliente.
Son numerosas las quejas que llegan a Diario Textual con denuncias de esta naturaleza. Se trata de “avivadas” de comerciantes para sacar rédito de una situación compleja que atraviesan las familias cuyos ingresos muchas veces no alcanzan para llegar a fin de mes.
“Fui a una tienda a comprar una remera para un niño y me dijeron que el precio efectivo contado era uno y cuando le dije que pagaba con débito me dijeron que el precio era otro, mayor al que me habían dicho inicialmente. Eso no corresponde porque el débito es efectivo”, contó un vecino a este diario digital.
Otro caso expuesto por un lector a Diario Textual fue la negativa que recibió de un comercio de aceptar el pago de una compra por $150 con débito. “El mínimo son $300. No te puedo cobrar $150 con débito, disculpame”, fue la respuesta de la comerciante al cliente.
Desde la oficina local de Afip dijeron a este diario digital que los comerciantes “tienen la obligación de tener débito y no pueden aumentar el valor del producto porque es igual que el efectivo. Además, tienen que cobrar el importe que sea porque no hay un mínimo”.
Este tipo de situaciones que claramente perjudican a los usuarios y consumidores debería ser controlada para que se cumpla con lo que establece la Afip y así terminar con las “avivadas” de algunos comerciantes.