Docentes del Nivel Primario y Secundario de Quemú Quemú se adhirieron este jueves al paro de 24 horas convocado por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (Utelpa) en reclamo de más aumentos salariales, mejoras laborales y aulas sin amenazas y violencias.
Los y las profesoras se concentraron frente al edificio del Instituto Amadeo Jacques, donde también funciona el colegio secundario María Ofelia Espósito. Se sumó personal de las escuelas primarias N°8 y N° 193 y luego marcharon hacia el municipio, la comisaría local y el hospital bajo la consigna #laescuelasolanopuede.
Además de la cuestión salarial, el grupo centró su pedido en la necesidad de poder “trabajar seguros, no amenazados” a raíz de un caso donde una docente renunció a su cargo luego de ser amenazada por un alumno de tercer año.
Durante el acto, la trabajadora expuso la situación y agradeció los gestos de apoyo de sus compañeros. “Tengo miedo, por eso renuncié a las horas que tenía a pesar de que me decían que no lo hiciera”, se sinceró.
La profesora Gabriela Regis también hizo un fuerte descargo por esa situación. “Nuestro trabajo es insalubre. Vengan a preguntarnos al aula porqué después nos tomamos licencia. Ya no nos da el cuerpo, la mente, las emociones para seguir. Y después nos hacen creer que somos los mejores pagos del país”, expresó.
“No podemos permitir que amenacen a nuestros hijos. Nosotros venimos a darles una mano, a sacarlos de donde están y así nos pagan. Esto le pasó a una compañera docente, pero nos va a pasar a nosotros también, porque sólo actuó la escuela y es la única que pone un límite, por eso los alumnos están enojados con los docentes; no hay Policía y son menores para la Justicia. ¿Cómo puede ser que a los 16 años pueden votar y no se pueden hacer responsable de un acto delictivo?”, se preguntó la docente Gabriela Regis. «Nosotros soportamos todo en el aula, pero nuestra familia no tiene por qué