“Como dije anteriormente, no voy a abandonar Portezuelo. Hoy presenté un pronto despacho al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, para que se expida en un plazo de 30 días sobre Portezuelo del Viento, bajo apercibimiento de iniciar una acción de amparo por mora”. De esa manera, el gobernador mendocino Rodolfo Suárez anunció en un tuit la nueva movida para que el presidente firme el laudo sobre la represa.
El martes pasado se venció el plazo administrativo y el presidente Alberto Fernández no dio a conocer oficialmente el laudo. Pero, como ya anunció en General Pico, autorizará un estudio de impacto ambiental de toda la cuenca. Eso significa la muerte del proyecto.
Por lo pronto, Suárez adelantó que los mil millones de dólares pensados para Portezuelo se destinarán a otras obras. “He decidido avanzar y buscar alternativas que agilicen la disposición de los recursos, para la realización de otra obra hidroeléctrica mientras se resuelve Portezuelo, y así generar un impacto positivo en la economía, que incentiven el desarrollo y el empleo local”, expresó el mandatario cuyano. Una de esas obras es la represa El Baqueano, también resistida por La Pampa: es parte de la cuenca del Desaguadero.
El laudo por Portezuelo había sido solicitado por Mendoza luego de que los gobernadores de La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, en el ámbito del Consejo de Gobierno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), aprobaron el 26 de junio de 2020 avanzar con un nuevo estudio de impacto ambiental en toda la cuenca.
Mendoza se negó terminantemente y sostuvo que alcanzaba con los estudios que ya se hicieron. Pero para el Gobierno pampeano, esos estudios eran incompletos y contenían gruesos errores.
Fue allí cuando el Gobierno mendocino anunció que iba a pedir un laudo del presidente para rechazar el inicio de ese estudio de impacto. Demoró casi dos años en iniciar el mecanismo del laudo. La semana pasada, finalmente, se vencieron los plazos y el presidente no se expidió sobre la obra.