Se realizó hoy en el Centro Judicial de Santa Rosa la primera audiencia de conciliación por el conflicto del asentamiento El Nuevo Salitral, donde desde hace cuatro años viven familias que construyeron allí sus viviendas ante la falta de soluciones a sus problemas habitacionales. Por ahora, no hubo acuerdo entre las partes. La jueza abrió un cuarto intermedio para negociar una salida alternativa que evite el desalojo.
En la audiencia estuvieron representantes de las familias del asentamiento, la jueza civil Susana Fernández y el representante legal de Homero Márquez, uno de los privados que reclama las tierras.
Durante la audiencia, cada pare expuso su posición: Márquez dijo que pretende vender las tierras; las familias quieren comprar los terrenos en cuotas accesibles, para lo cual el Estado debería comprarlos. La jueza abrió un cuarto intermedio de 30 días para negociar entre las partes para una resolución alternativa del conflicto y así evitar avanzar con un desalojo.
El conflicto se inició luego de que las familias recibieran, en mayo de este año, la intimación para que abandonen las tierras que ocupan. Las notificaciones recibidas afectan a una cuadra y media del asentamiento, sobre calle Gobernador Duval.
Desde la Justicia negaron que haya habido intimaciones: sostuvieron que, en realidad, lo que hubo es una ratificación de las notificaciones originales de las demandas de desalojo. Es decir, se inició el proceso nuevamente.
El Nuevo Salitral se formó en 2018 cuando decenas de familias que no tenían un lugar para vivir decidieron ocupar terrenos en cercanías del Parque Don Tomás.
Algunos de esos terrenos son municipales y otros pertenecen a particulares. El municipio no reclamó esas tierras, pero ahora los privados pretenden expulsar a quienes viven allí.
¿Qué dicen las familias que habitan en El Nuevo Salitral? Que son poseedores de las tierras, que ya edificaron y que lo único que esperan es que el Estado compre esas tierras. No pretenden que se las regalen, sino poder pagarlas en cuotas accesibles. Sostienen además que Homero Márquez, uno de los que reclama los terrenos, quiere lotear y vender.