“Yo siento que estoy viva por Dios y la Virgen”, dijo este jueves la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su primera aparición pública después de intento de magnicidio que sufrió el pasado 1 de septiembre.
La expresidenta habló en el Senado durante una reunión con los denominados curas villeros, Curas en opción por los Pobres hermanas, religiosas y laicas.
“Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983″, dijo.
Además, contó que tenía intenciones de ir a la misa en Luján pero que desistió por el operativo de seguridad que hubiese significado. “No quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial”, expresó.
“Yo siento que la recuperación de la democracia no fue solo volver a votar, yo entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir política, erradicando la violencia y la verdad que lo que pasó el otro día fue algo más. Fue una ruptura de eso que tenemos que volver a reconstruir urgentemente”, advirtió CFK.
Asimismo, la titular del Senado hizo referencia a la importancia de que haya diálogo político con la oposición, algo que en los últimos días se insinuó desde el kirchnerismo: “Esa pasión que tenemos para que la gente vuelva a comer o tener trabajo no lo vamos a lograr únicamente los que pensamos de una manera. Cuando yo me junté con Melconian, esta es la gracia, la gracia no está en juntarse con los que piensan igual, sino con los que piensan distinto y ver si en economía, al menos, podemos tener un acuerdo mínimo. Porque todos hablan de la inflación, el problema de la inflación es porque no tenemos moneda, algo de lo que yo vengo hablando de la economía bimonetaria. Hay que ponerse de acuerdo mínimamente en eso para volver a reconstruir”.
“Fueron los militantes los que aprendieron a quien me había intentado matar, no fue la Policía. No solo lo detuvieron, impidieron que -fracasado el primer disparo- intentó montar otra vez el arma y se lo impidieron. Pero no hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon, nada. Hicieron lo que corresponde hacer a ciudadanos democráticos y cristianos. Lo entregaron a la Policía, a la ley. Y de verdad que yo no creo que haya que sancionar ninguna ley especial, las que ya están vigentes alcanzan y sobran. Hay poner mucha institucionalidad para reconstruir”, dijo.