Con gol de Emanuel Mammana, a los 40 minutos del primer tiempo, River venció 1-0 a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. A los 28 minutos del segundo tiempo fue expulsado Marcelo Herrera, en River.
Los primeros 15 minutos fueron de mucha intensidad y con el Millo jugando en campo rival, con una postura dominante, manejando la pelota, buscando conexiones y tratando de aprovechar las diagonales de los extremos al espacio. Tres remates en 10 minutos: Solari (tapó Batalla), De la Cruz y Simón, desviados.
Pasado el primer cuarto de hora, San Lorenzo emparejó el trámite y lo hizo sentir incómodo al Millonario, sobre todo cuando tenía que salir con pelota dominada. Entre los 15 y los 30 minutos se asentó mejor el local y River no pudo ni siquiera arrimarse al arco defendido por Batalla.
Erraba muchos pases, en corto y en largo, el Ciclón se agrupó bien en el medio y no lo dejó progresar.
Gallardo masticaba bronca en el banco y mandó a calentar a varios suplentes viendo que el equipo no estaba fluyendo, hasta que a los 39 minutos llegó el 1-0, quizás cuando River no lo merecía.
Error de Barrios en salida, recuperación de Paulo Díaz que no se apuró, la aguantó en el córner, jugó para Enzo, centro despejado y Mammana, que había quedado solo en la puerta del área, sacudió de derecha para abrir el marcador.
No fue el mejor primer tiempo del equipo en cuanto al juego, pero reaccionó a tiempo porque San Lorenzo se venía y el gol llegó en el momento justo.
Estuvo mucho más ordenado y se lo notó más suelto de mitad de cancha hacia adelante. Barco fue de los más destacados, sin terminar bien todas las jugadas, pero enchufado y tratando de despistar a los defensores rivales con sus arranques y gambetas.
River salió con todo al segundo tiempo, con un De la Cruz haciéndose cargo de todas las pelotas, y casi se pone 2-0 con dos remates consecutivos de Beltrán que salvó Gattoni en el área chica. Simón, muy errático con la pelota en los pies y adolorido en la pierna derecha, salió a los siete minutos por Palavecino.
El Millo, hasta los 15, estaba mejor parado pero fallaba una y otra vez en la terminación de las jugadas.
A los 18, Gallardo metió un triple cambio: Suárez, Borja y Pochettino a la cancha en lugar de Beltrán, Solari y Barco.
Con el correr de los minutos, el equipo se fue quedando un poco, perdió vigor en el medio y recurría demasiado a los pelotazos largo. Al local tampoco se le caían demasiadas ideas, pero el partido, para los 30, estaba para cualquiera de los dos, más aún después de la expulsión de Andrés Herrera por doble amarilla.
De allí en más fue todo de San Lorenzo, que atacó con furia y hasta convirtió un gol -Nicolás Blandi-, aunque bien anulado por instancias del VAR.
River recuperó la vertical y sumó una victoria valiosa en un estadio muy difícil.