El intendente de General Acha, Abel Sabarots, expresó su felicidad por el movimiento económico que está generando la obra del Gasoducto Néstor Kirchner. “Hay una inyección económica muy grande en Acha”, aseguró, y sostuvo que las casas de comida, hoteles, estaciones de servicio, gomerías y talleres están con mucho trabajo.
“Hay mucho movimiento actualmente. Tenemos ciento y pico empleados de Acha que entran a las 7 y vuelven a las 18. A estos empleos directos se suman los indirectos. Hay un hotel cerrado contratado por la empresa; los lugares de gastronomía están todos contratados; han alquilado un montón de casas; cada trabajador tiene un ingreso importante y empiezan a acomodar su propia casa. Es un circulo virtuoso”, contó a Diario Textual.
También están trabajando a full las estaciones de servicios que proveen combustible a las máquinas, los talleres y gomerías. Y Sabarots dio un dato que da cuenta de la magnitud de la obra: “Al municipio le afectó el personal calificado para el manejo de máquinas y es un tema que tenemos que resolver”.
“Realmente estamos teniendo una inyección económica muy importante en Acha”, aseguró.
El gasoducto tendrá una extensión de 573 kilómetros y unirá la localidad neuquina de Tratayén hasta la bonaerense Salliqueló , atravesando Río Negro y La Pampa, además de las obras complementarias.
La UTE Techint-Sacde construye el tramo que va de Vaca Muerta a Doblas, por 440 kilómetros, y la empresa BTU entre Doblas y Salliqueló, de 133 kilómetros.
Solo en nuestra provincia se instalaron cinco obradores: uno en Macachín, dos en General Acha, otro en La Reforma y el restante en Casa de Piedra.
El gasoducto ampliará la capacidad del actual sistema de transporte, y permitirá transportar el gas de Vaca Muerta a los grandes centros de consumo de nuestro país.
De acuerdo a estimaciones de fuentes oficiales, el gasoducto permitirá ahorrar más de US$ 3.500 millones el año que viene por sustitución de importaciones de energía a precios actuales (US$ 36 el millón de BTU).