Luiz Inácio Lula da Silva asumió este domingo por tercera vez la presidencia de Brasil, ante cientos de miles de seguidores del veterano líder de izquierda y casi una veintena de jefes de Estado extranjeros.
El mandatario saliente, Jair Bolsonaro, puso distancia de la ceremonia que consagró a un rival a quien siempre despreció, al viajar el viernes pasado a Estados Unidos, rompiendo así la tradición del traspaso de mando.
El nuevo presidente de Brasil celebró este domingo la “victoria de la democracia” que le permitió ganar las elecciones de octubre a pesar de las “amenazas” de la ultraderecha que aún no acepta su triunfo.
“Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña”, declaró Lula ante el Parlamento, en su primer discurso después de haber jurado como nuevo presidente de Brasil.
“Fue la democracia la gran victoriosa”, que “superó” las “más violentas amenazas a la libertad del voto”, apuntó en alusión a la campaña contra el sistema de votación desatada por el ahora expresidente Jair Bolsonaro, a quien derrotó en las elecciones de octubre.