El diputado nacional Julio Cobos (Juntos por el Cambio) pidió que Mendoza, pese al laudo presidencial, avance con la construcción de Portezuelo del Viento y paralelamente solicitó que abandone el Coirco.
La construcción de Portezuelo del Viento quedó trunca después que la semana pasada el presidente Alberto Fernández laudara a favor de que se realice un estudio de impacto ambiental integral de toda la cuenca del río Colorado, algo que Mendoza rechaza.
La megaobra significaba prácticamente la muerte del río Colorado aguas abajo. Iba a dejar sin agua a La Pampa, Neuquén, Buenos Aires y Río Negro. Costaba 1.023 millones de dólares y el financiamiento había sido otorgado por el gobierno de Mauricio Macri.
Cobos, en un documento llamado “Portezuelo del Viento y un laudo viciado de arbitrariedades”, difundido por el diario Los Andes, criticó fuertemente al gobierno nacional y dio sus pautas para construir la obra.
Dijo que es necesario “ejercer la potestad provincial, denunciar por incumplimiento del Acuerdo Interprovincial del Río Colorado firmado por gobernadores de la dictadura militar, derogar las leyes provinciales de la dictadura N°4116 y 4154, por las cuales la provincia acepta el acuerdo” y finalmente avanzar con Portezuelo.
“Otra vez el Frente de Todos ha priorizado las necesidades partidarias por sobre las de Argentina, solicitando un nuevo estudio de impacto ambiental regional de toda la cuenca del río Colorado en apoyo al gobierno justicialista pampeano”, sostuvo el exgobernador mendocino.
“Jamás está mal hacer un estudio de impacto ambiental, pero ya se realizaron dos, uno local -donde se produce el mayor impacto- y otro regional”, dijo.
“Se pide otro estudio por la sencilla razón que el anterior fue realizado en el gobierno de Cambiemos, sin importar que haya sido confeccionado por prestigiosas universidades públicas como la de La Plata y la del Litoral”, cuestionó.
“Cualquier impacto ambiental regional va a depender de la operación del embalse Casa de Piedra y no tanto de uno ubicado muchos kilómetros aguas arriba, por lo cual ese impacto es hoy preexistente y por consiguiente la parte inferior de la cuenca ya no se encuentra en condiciones naturales”, dijo.
“Tener un embalse en la cuenca superior desde el punto de vista técnico, no solo no empeorara el manejo de agua aguas abajo, sino que correctamente operadas en forma coordinada ambas presas mejorarían su eficiencia y disminuirían impactos negativos”, valoró.
“En las actuales circunstancias Mendoza no tiene muchas opciones: abandonar la intención de hacer esta obra, o hacer un nuevo estudio ambiental regional para que el Consejo de Gobierno (de Coirco) lo apruebe tal como lo define el laudo”, sostuvo.
“Esto no parece tener mucho sentido pues como en dicho Consejo las aprobaciones son solo por unanimidad, si a La Pampa se le ocurre votar en contra por su sola voluntad queda desaprobado, aunque se formalizara la audiencia pública en el Congreso”, dijo.
De esta manera, agregó la opción más “viable” según su punto de vista, que es “ejercer la potestad provincial, denunciar por incumplimiento del Acuerdo Interprovincial del Río Colorado firmado por gobernadores de la dictadura militar y el entonces ministro del Interior el represor Albano Hardindeguy; ya que las obras como Portezuelo del Viento que podía hacer Mendoza por ese acuerdo son sistemáticamente obstruidas, en cambio si el dique Casa de Piedra perteneciente a La Pampa y Río Negro, si se han podido ejecutar. Para ello, el primer paso es derogar las leyes provinciales de la dictadura N°4116 y 4154, por las cuales la provincia acepta el acuerdo”.
“Los estudios ambientales tanto a nivel local como a nivel regional ya fueron aprobados en 2019 en cumplimiento con lo estipulado en la ley 25688, tergiversar esa aprobación solo es una muestra más de la animosidad del gobierno Nacional con Mendoza. Basta de dilaciones, es hora de que Mendoza haga Portezuelo del Viento”, concluyó.