Juntos por el Cambio llega a las elecciones de este domingo 22 con grietas internas generadas por las dudas planteadas por sectores de la UCR a la candidatura de Patricia Bullrich. El desafío es retener los votos conseguidos, sumar más adhesiones y revertir la “ola Milei” de las primarias. Se descuenta que, independientemente del resultado, Martín Ardohain obtendrá una banca en Diputados. La otra quedará para el peronista Ariel Rauschenberger.
Para la coalición que integran el PRO, el radicalismo, el Fregen y el Partido Socialista la elección de este domingo es crucial. Es que un mal resultado -entiéndase que Bullrich no entre al balotaje-, dejaría a Juntos al borde de la ruptura.
El antecedente electoral inmediato de las PASO genera ciertas esperanzas en la dirigencia opositora. La sumatoria de votos de las dos listas (la encabezada por Ardohain y la de Francisco Torroba, que perdió) posicionó a la fuerza como la más votada para diputados nacionales. Sin embargo, el libertario Javier Milei arrasó para la categoría presidente -le sacó 10 mil votos- y es allí donde se juegan todas las fichas.
Milei aprovechó el llamado voto bronca, arrasó con las estructuras del PJ, de la UCR y del PRO, y sorprendió.
El clima interno en Juntos, por más que lo trataron de disimular durante la campaña, no fue el mejor. Es que ciertos sectores de la UCR, algunos intendentes y sectores de la juventud, plantearon su rechazo a Bullrich y hasta se animaron a decir que no la votarán, como el caso del secretario general de Franja Morada, Marcelo Bessone.
Pese a que la estructura partidaria, encabezada por dirigentes históricos, se esforzó en mostrar alineamiento a la candidatura presidencial de “Pato”, el apoyo fue bastante tibio, casi a “reglamento”, según dijeron, en off, algunos jefes comunales.
Ocurre que buena parte de la dirigencia radical todavía no puede digerir haber perdido un diputado nacional en manos del PRO y que el lugar que hoy ocupa Martín Berhongaray quede en manos del macrista Martín Ardohain.
En definitiva, la elección del domingo definirá mucho: no solo quién será el próximo presidente o presidenta, sino la continuidad de Juntos por el Cambio como principal fuerza opositora.