Una de las particularidades del nuevo gabinete del Gobierno provincial que se estrena el 10 de diciembre es que es más, si se quiere, “ziliottista” de lo que algunos dirigentes del PJ esperaban. La gran mayoría, con contadas excepciones, responde al gobernador Sergio Ziliotto. Si bien no hay un gran volantazo, parece delinearse una estrategia mirando al 2027, cuando el mandatario provincial no pueda volver a repetir y se deba elegir a su sucesor o sucesora. Se espera un Gobierno de resistencia, pero con más volumen político.
Directamente, pese a las presiones que se habían insinuado desde hace meses, el mandatario no incorporó a ningún ministro o secretario con rango ministerial que responda a Carlos Verna, líder de la línea Plural. Había algunos vernistas de paladar negro -no se puede decir que Verna, sino algunos dirigentes de su riñón- que pretendían Asuntos Municipales o Desarrollo Social, pero quedaron esperando. Lo cierto es que los ultravernistas ya se habían quedado con todos los casilleros destinados a la Plural en la Legislatura.
En tanto, en la conformación de la primera línea del gabinete ya no quedan integrantes de otras dos líneas aliadas del gobernador: Ariel Rauschenberger, de Compromiso Peronista, se va del Ministerio de Gobierno a la Cámara baja luego de ser impulsada su postulación por el mandatario, y Jorge Lezcano, de Identidad Peronista, deja su lugar en el Instituto Provincial Autárquico de Vivienda (Ipav). En ambos lugares entran dos “ziliottistas”: Pascual Fernández, intendente de Uriburu, como ministro de Gobierno, y Erica Riboyra al instituto encargado de las casas sociales.
Tres son los intendentes en funciones -y que habían ganado en sus pueblos para continuar el 10 de diciembre- que sumó al gabinete. Dos de ellos, Pascual Fernández (Uriburu) y Gabriela Labourié (Jacinto Arauz), de la Plural pero que le responden al gobernador.
El otro es Saúl Echeveste (Telén), dirigente de La Cámpora que está aliado con María Luz “Luchy” Alonso, secretaria administrativa y futura diputada provincial. Este sector de los camporistas viene trabajando en conjunto hace unos años con Ziliotto.
Como publicó Norberto Asquini en su columna política, “cuando todos esperan una mera continuidad de nombres y de una línea de gobierno basada exclusivamente en la gestión, el mandatario dio el golpe de efecto” en el nuevo gabinete. “La conformación del gabinete lleva el sello de Ziliotto, es sostener un rumbo, pero a la vez transformar la impronta de la gestión con más política. (…) Consolidado Ziliotto con su reelección y con una campaña nacional que se puso al hombro, y que a pesar del resultado demostró que el peronismo sigue vigente en La Pampa, ahora es momento de iniciar un gobierno con sello propio”, escribió.