Alfredo Cornejo, quien este sábado volverá a asumir el Gobierno de Mendoza, se refirió a la construcción de la represa hidroeléctrica El Baqueano, ubicado en el Sur mendocino y que nació como alternativa a Portezuelo del Viento, luego de que este último proyecto fuera frenado. Cornejo defendió la ejecución de esta obra -que también cuestiona La Pampa- a través de la utilización de parte de los fondos de Portezuelo (US$1023 millones), aunque insistió en las intenciones del Gobierno para que haya participación del sector privado.
En mayo de este año, el gobernador pampeano Sergio Ziliotto interpuso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) una demanda de amparo ambiental contra la provincia de Mendoza y el Estado Nacional para intentar frenar la represa hidroeléctrica El Baqueano. Solicitó una medida cautelar para que no se avance con la obra sin antes hacer un estudio de impacto ambiental sobre toda la cuenca. También requirió la realización de una audiencia pública con la participación de la Nación y de todas las provincias de la región. Mendoza, pese al rechazo pampeano, avanzó
Como etapa previa al llamado a licitación para la construcción de la represa proyectada sobre el río Diamante, en San Rafael, el Gobierno de Mendoza oficializó meses atrás la convocatoria pública para los interesados en participar y fijó los requisitos para que las empresas puedan acceder previamente a los detalles técnicos de la obra.
Inicialmente, se calculó que la obra requerirá de US$600 millones aproximadamente, que desprenden de los US$1023 millones que la Nación le deposita a Mendoza en compensación de los perjuicios generados por la promoción industrial años atrás. No obstante, Cornejo quiere el sector privado tenga protagonismo y que no sea el Estado provincial el único que ponga dinero.
Avance
“El Baqueano está super avanzado gracias a este Gobierno que está terminando”, dijo Cornejo. “Hay un concurso en marcha entre 30 empresas que están haciendo consultas acerca del proyecto. La financiación, la parte del sector público -que estamos dispuestos a poner- saldrá de esos US$1023 millones, pero una parte porque queremos que sea con inversión privada como en Potrerillos. Queremos que el sector privado se involucre y tome riesgos en el futuro. ¿Por qué tomar riesgos? Porque la incertidumbre del país acerca de tarifas eléctricas, que es el repago de la generación, si toda la plata la pone el Estado, lloverán constructoras provinciales e internacionales para estar. Pero nosotros necesitamos generadores de Energía, no sólo constructores. Generadores que vendan al resto del país y al exterior. Es energía limpia y el proyecto funciona y tiene un eslabón turístico positivo”, comentó Cornejo.
Finalmente, habló de “paciencia” al tener en cuenta el contexto económico que atraviesa el país. “Es muy relevante ratificar que seguimos adelante con El Baqueano, pero necesitamos inversores privados. Y estos son renuentes que no vean a dónde va el país. Les pido que ahorren preguntar ‘¿cuándo El Baqueano?’ porque depende de condiciones nacionales”, manifestó.
El reclamo pampeano
El Baqueano se pretende construir sobre el río Diamante, que integra la cuenca del Río Desagüadero-Salado-Chadilevú-Curacó.
El Gobierno pampeano reclamó la realización de un estudio de impacto ambiental regional sobre toda la cuenca, de la que todas las provincias formen parte, con carácter vinculante en su aprobación, conforme la legislación vigente en la materia, la Constitución Nacional y tratados internacionales de los cuales nuestro país forma parte.
Asimismo, el Gobierno de Ziliotto insistió en la creación de un comité de cuenca, cuyo reclamo judicial ya fue iniciado por esta provincia ante la Corte, que se encuentra aún pendiente de resolución.
La Pampa, además, manifestó ante la Corte que el manejo unilateral de los ríos, posibilita el desarrollo de un área a expensas de otras, las cuales se transforman en zonas de sacrificio ambiental. Por ello, el Gobierno de la provincia de La Pampa insistió en la necesidad de poner fin a los manejos arbitrarios y unilaterales que acrecientan cada vez más el daño y ocasionan que su posible resolución sea cada día más difícil. “El manejo unilateral, inconsulto y total de las aguas es una actitud que se repite en todos los ríos de la cuenca DSCC sin que exista una medida efectiva y de fondo que detenga este avasallamiento”, expresó La Pampa.
En esos términos, rechazó formalmente el último acuerdo suscripto el pasado 27 de abril entre la provincia de Mendoza y la Secretaría de Energía de la Nación y solicitó su inmediata suspensión. “En definitiva, se hace énfasis en que no se puede permitir que se sigan realizando mega obras de acopio de agua que acrecientan el ecocidio ambiental en el que se encuentra la porción baja de la cuenca”, comunicó en su momento el Gobierno.
La cuenca del río Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó constituye la cuenca de mayor superficie íntegramente desarrollada en territorio argentino. Abarca parcial o totalmente las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis y La Pampa.
La superficie total es de aproximadamente 315.000 km2 y comprende las subcuencas de los ríos Vinchina-Bermejo, Jáchal, San Juan, Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel.
La represa El Baqueano planea realizarse sobre la subcuenca río Diamante, que es un curso de agua permanente cuya cuenca se ubica en el centro-sur de la provincia de Mendoza en los departamentos de San Carlos, San Rafael y General Alvear.
El uso unilateral y total que la provincia de Mendoza hace del río ocasiona un drástico impacto sobre el régimen hidrológico, al afectar a todo el sistema de la cuenca.