El gobernador Sergio Ziliotto calificó de una “enorme gravedad institucional” las amenazas del Gobierno de Javier Milei de cortar las transferencias a las provincias en caso de que se caigan artículos clave de la llamada ley ómnibus y sostuvo que “el ajuste recién empieza” en el país.
Ziliotto fue entrevistado en C5N por el periodista Gustavo Silvestre. “El presidente por ahí ataca a los gobernadores, pero detrás de los gobernadores hay un pueblo que necesita más en tiempos donde un ajuste salvaje lo está empobreciendo cada vez más. Cuando el presidente dice que nos va a mandar un peso donde nos va a ahogar es que pretende sacarle el acceso a la salud, a la educación, a la justicia, a la seguridad a miles y miles de argentinos”, sostuvo.
-Entre lo que dijo (Luis) Caputo ayer y lo que manifestó el presidente (Javier Milei) de que va a dejarlos sin un peso si no hacen lo que él quiere, se está ante un panorama de una gravedad institucional pocas veces vista en la Argentina.
-Sí, es cierto, esto es de una enorme gravedad institucional y duele. Le duele a la democracia, le duele a la constitución, les duele a las instituciones democráticas, pero lamentablemente le va a doler mucho más al pueblo. El presidente por ahí ataca a los gobernadores, pero detrás de los gobernadores hay un pueblo que necesita más en tiempos donde un ajuste salvaje lo está empobreciendo cada vez más. Cuando el presidente dice que nos va a mandar un peso donde nos va a ahogar es que pretende sacarle el acceso a la salud, a la educación, a la justicia, a la seguridad a miles y miles de argentinos. Hoy los nombres propios en un sistema democrático somos aves de paso, pero acá hay que fortalecer las instituciones. Creo que aquí, por más que se diga que el presidente tiene una representatividad popular por los puntos con los cuales accedió a la presidencia, en un esquema democrático también tenemos representatividad popular: los legisladores, tanto diputados como senadores, los gobernadores y los intendentes, que son la primera trinchera para resolver los problemas de la gente. Y aquí en la provincia de La Pampa no solo se han escuchado voces de los intendentes que nos acompañan desde el punto de vista partidario que están enrolados en Unión por la Patria, sino también ha habido documentos a parte de los intendentes opositores al Gobierno provincial marcando realmente esta preocupación. Esta preocupación que realmente es muy dura, porque acá hay que tener muy bien claro, el ajuste recién empezó, lo dice el propio presidente. Y bueno, en ese sentido siempre nos van a encontrar a nosotros defendiendo a La Pampa, defendiendo a las pampeanas y a los pampeanos, resistiendo como le decimos, porque hay un pueblo detrás nuestro que nos confió gobernar la provincia de La Pampa y vamos a estar a la altura de las circunstancias, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
-Es decir, usted no va a ceder a esto apriete que está haciendo el propio presidente y el ministro Caputo con tal de asegurar su ajuste, ¿no?
-No, primero estaría rompiendo el contrato electoral y social que tengo con las pampeanas y pampeanas, pero también estaría entregar no solo una ideología, un sentido de pertenencia, sino también entregando el futuro de pampeanas y pampeanas.
– ¿Qué análisis le merece la decisión que tomó el gobernador Osvaldo Jaldo (Tucumán) de apartar, de acompañar con sus tres diputados a este proyecto que tanto cuestionamiento y sospecha recibe y apartarse de Unión por la Patria?
-En el marco del respeto a todas las opiniones y las decisiones, por lo que yo creo haber entendido, el gobernador Jaldo ha realmente meritado que lo que está haciendo es en beneficio de las tucumanas y los tucumanos. Yo no lo comparto bajo ningún punto de vista, pero lo respeto. Lo respeto en el marco de la democracia. Como siempre decimos, el pueblo es el que nos juzga en definitiva y por bien o por mal siempre el pueblo nos marca el camino.
-Ahora estos diputados fueron electos en un proyecto que es el proyecto de Unión por la Patria, que no tenía nada que ver justamente con el proyecto de Javier Milei. ¿No está traicionando al electorado de Unión por la Patria?
-Creo que este tipo de actitudes bastardean la política y terminan bastardeando la democracia. Por eso en las crisis siempre aparece como que el principal culpable es la política. No, el principal culpable es la mala política. Creo que tenemos que defender esos valores. La política, los partidos políticos son una de las bases fundamentales de nuestra constitución y de la vida cotidiana. Sin política no hay bienestar.
-¿Usted está de acuerdo con que se restituya el Impuesto a Ganancias o los gobernadores tienen alguna idea alternativa para recuperar recaudación?
-No, para nada. Yo ideológicamente tengo muy bien claro que el salario no es ganancia. Actué toda mi vida en consecuencia siendo legislador nacional, propuse, voté, acompañé como gobernador el año pasado la medida que tomó el exministro (Sergio) Massa, dándole mayor justicia social pero también mayor poder adquisitivo al salario en el marco de que es uno de los principales instrumentos para activar la economía a partir del consumo. Más consumo es más actividad económica y es más trabajo. Y en ese sentido, ideológicamente, siempre vamos a estar en contra de que los trabajadores paguen ganancias. Pero cuando por ahí se pone como excusa del impacto en las finanzas públicas que tiene recibir mucho menos ganancias en el marco de la coparticipación federal, yo lo digo y lo digo con números: al lado del impacto que tiene por ejemplo en el presupuesto de la provincia de La Pampa que los trabajadores no paguen ganancias va a terminar siendo una anécdota si tenemos en cuenta lo que va a ser el impacto final de la recesión, del achicamiento y de la desvalorización de la coparticipación. Realmente va a ser marginal.
-¿Usted nota en su provincia estos principios de recesión?
– Sí, por supuesto. (…). Imagínense el impacto de la recesión en las finanzas públicas. Y eso va a hacer achicar la economía, detener el proceso de crecimiento y principalmente nos llevan a abandonar un proyecto de país que pasa exclusivamente, más allá después de todas las variantes que podemos llevar adelante, que es la producción y el trabajo. No hay otra forma de desarrollar la Argentina si no es con la producción y el trabajo, con todas y todos los argentinos adentro.
-Hoy Jaldo explicaba, palabras más, palabras menos, que su acompañamiento fue a cambio de que se introdujeran cambios que no perjudicaran a los tucumanos o que los beneficiaran. Si a usted le ofrecieran lo mismo para su provincia, ¿estaría dispuesto a acompañar políticamente el proyecto de ley ómnibus del Gobierno nacional?
-No, bajo ningún punto de vista. (…) Discutir lo que significa un dictamen de 523 artículos, si es que estoy hablando del dictamen que supuestamente es el que va a ir al recinto el martes, creo que lo que tenemos que tener en cuenta es que, si se aprueban los primeros 6 artículos del dictamen, el resto es cotillón. Con esos 6 artículos el presidente no solo tiene la posibilidad de todo lo que se rechace en el marco de la ley ómnibus, sino que va a ejercer la suma del poder público, algo constantemente prohibido en el marco de la Constitución.
-Frente a estas amenazas, que usted muy bien las ha calificado de gravedad institucional inusitada, ¿piensa reunirse con otros gobernadores?
-Estamos en contacto permanente. Por ahí no lo hacemos públicamente, pero estamos en contacto permanente. Todos los gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tenemos una pertenencia democrática, y a ninguno creo que nos gusta la forma con la que quieren construir, como dicen ellos, una nueva Argentina. No comulgamos ni con la nueva Argentina que nos plantean desde el punto de vista político, social y económico, ni tampoco la forma de llegar a ese objetivo. Así que yo creo que en ese sentido estaremos siempre en el mismo lugar, donde nos puso el pueblo con su voto y donde nos trajo nuestra pertenencia ideológica hasta aquí.