Un grupo de vecinos y vecinas del barrio Lowo Che de Toay denunciaron que están cansados de padecer lagunas frente a sus viviendas, algo que en los últimos tiempos volvió intransitable las calles.
Grandes pozos, arterias descuidadas y demoras en el arribo de la máquina municipal para emparejarlas, son moneda corriente en la zona residencial de la vecina localidad. Los inconvenientes se potencian con las lluvias. Se trata posiblemente del lugar de mayor recupero por tasas de la ciudad, pese a seguir sin los servicios esenciales de agua potable y cloacas.
En esta oportunidad, la situación afecta a frentistas de la calle Zorzal, entre Pecho Colorado y Cotorra, donde se forman dos espejos de agua de considerable tamaño. En diálogo con Diario Textual, algunos de los perjudicados dijeron que se “cansaron” de presentar reclamos ante el municipio toayense, aunque siempre resultaron estériles.
Las y los afectados deslizaron cuál sería el motivo de origen que, en algunos casos, hasta les dificulta el acceso a sus hogares. Explicaron que las lagunas empezaron a producirse a partir de una presunta “mala praxis” del responsable de la motoniveladora. Adujeron que realizando su tarea “produjo dos grandes pozos” en el camino, que desde entonces impiden el libre escurrimiento del agua de lluvia por la arteria.
“Tenemos dos charcos enormes en la calle que, una vez que van pasando los días, incluso se combinan con pozos ocultos bajo el agua que se van generando debido a la circulación de los vehículos”, explicó uno de los fentistas.
Elevaron un pedido público a la municipalidad para que a la brevedad envíe maquinaria al lugar y corrija lo que consideran obstaculiza el normal escurrimiento del líquido. “Nunca teníamos problemas en esta cuadra hasta que un buen día pasó la máquina y nos hizo un desastre”, lamentó una de las pobladoras.