El presidente Javier Milei ya anticipó que, así como Aerolíneas Argentinas y otras empresas estatales, el Banco de la Nación Argentina, que está cumpliendo 132 años de historia, pasará a manos de privados más temprano que tarde. El anuncio alteró a las más de 17.000 familias que trabajan en las 739 sucursales que tiene en todo el país y que no saben cuál será su futuro en caso de que eso suceda.
En La Pampa, trabajadores y trabajadoras desde hoy están juntando firmas para que no se avance con la privatización del banco nacional. En la provincia, las sucursales se encuentran en Santa Rosa, Quemú Quemú -que, según contaron los trabajadores a Diario Textual, es una de las que tiene mayor movimiento económico de la región-, General Pico, Victorica, Castex, Macachín, General Acha, Guatraché, Bernasconi, Intendente Alvear, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Colonia Barón y Winifreda.
Entre otras reparticiones, fueron a golpear las puertas del despacho del gobernador Sergio Ziliotto, que firmó el petitorio de los trabajadores.
Shirley Nair Bustos, secretaria adjunta de la Seccional La Pampa de La Bancaria, se reunió brevemente con el mandatario. “Gracias Gobernador Sergio Ziliotto por su compromiso con el Banco Nación”, escribió la sindicalista en las redes sociales.
Trabajadores y trabajadoras de la entidad oficial decidieron comenzar con una campaña para reunir un millón y medio de firmas en todo el país. De esa manera se podría presentar un proyecto de ley para evitar que el Banco Nación sea privatizado.
En un comunicado, explicaron que ese organismo autárquico del Estado, tiene autonomía presupuestaria y administrativa, y no genera ningún déficit. “Con 17.403 empleados (familias) y 739 sucursales con una extensión territorial desde La Quiaca a Ushuaia, con presencia en localidades no rentables para la banca privada pero fundamentales para el desarrollo de cada provincia”, reza el documento. Y agrega que apoya la producción agropecuaria, promoviendo el desarrollo y el arraigo a través del acceso a créditos. Además, brinda asistencia financiera a productores rurales, “donde ninguna asistencia privada llega porque no es rentable prestar dinero a personas o empresas en situaciones como sequía, inundaciones, terremotos”.