Comenzó este lunes el juicio por jurado por el femicidio de la joven pampeana Agustina Fernández, asesinada el 2 de julio de 2022 en un departamento de la calle Confluencia, de la ciudad de Cipolletti. El acusado es su vecino, Pablo Parra. Para el fiscal Martín Pezzetta, “es el responsable de la muerte porque no soportó el rechazo y que ella sea libre”. La mamá de Agustina, Silvana Capello, afirmó: “Nunca tuve duda de que había sido Parra”.
Los alegatos de apertura fueron brindados por el juez técnico del juicio, Guillermo Baquero Lazcano, quien explicó al jurado popular cuál es su rol durante el juicio: escuchar, debatir y determinar si Pablo Parra es culpable por el femicidio de Agustina.
Luego, la audiencia continuó con la teoría de la fiscalía, expuesta por el fiscal Martín Pezzetta. Allí se remarcó que se trabajó bajo cuatro claves: “obsesión, rechazo, ataque a traición y ocultarse”.
“Fue Parra quien instaló la teoría del robo, pero los investigadores darán pruebas objetivas que se encontraron en el lugar del hecho para demostrar lo contrario”, manifestó el fiscal.
“Parra es el responsable de la muerte de Agustina porque no soportó el rechazo y que ella sea libre. Estaba obsesionada con ella”, aseguró.
“Parra no es el asesino”
El abogado defensor de Parra, Juan Coto, se presentó ante el jurado con la pregunta “¿Pablo Parra es un asesino?”. Y anticipó que la respuesta es “la más incómoda, lo entendemos, pero es no”.
Anticipó que la principal defensa de Parra “está en las manos de Agustina” y advirtió que la joven se defendió, tal como se relató en la acusación.
Según Coto, “se tomó una muestra de ADN de las manos de Agustina”. Parra voluntariamente se sometió a una extracción de ADN y “no coincide con la muestra de Agustina. El ADN es objetivo y Parra es inocente”, aseveró.
“Nunca tuve duda que había sido Parra”
La madre de Agustina, Silvana Capello, fue la primera persona en declarar. “Nunca tuve la duda que había sido él (Parra)”, afirmó.
Recordó los sueños de su hija para ser médica. Aseguró que eligió Cipolletti para estudiar en la universidad, aunque también había averiguado en La Plata y la Ciudad de Buenos Aires.
Según afirmó, tras la decisión de estudiar en Cipolletti, buscaron departamento y encontraron el complejo donde se produjo el asesinato. Les gustó porque lo creyeron seguro. A Agustina “le encantó”, afirmó.
La mamá de Agustina expresó que la joven conoció a una vecina del departamento de al lado y “a Pablo Parra abajo”. Luego de alquilar, volvieron a La Pampa y ella regresó a Cipolletti para el inicio de la cursada. Les contó a sus padres que “Parra la contactó para ir a buscarla a la terminal”.
“Prendí la alarma cuando me dijo que el vecino la quería pasar a buscar a la terminal. Le dije que no, que se tomaba un taxi y que le diera las gracias”, recordó.
Capello aseguró que Agustina mencionaba a Parra como el vecino. “Una intuye, como madre, que pasaron cosas, que hubo intimidad”, deslizó.
“El 2 de julio a las 8.45 me llamaron de un 299. Era Pablo, vecino de Agustina, desde el teléfono de una vecina. Dijo ‘Me han visto salir y entraron a robar’ y me cortó”, relató la mamá de la víctima. Poco después, partió junto a su marido rumbo a Cipolletti.
“No nos cerraba nada de lo que se decía que había pasado”
El papá de Agustina, Mariano Fernández, fue el segundo testigo en declarar. “Agustina era hermosa, es hermosa”, dijo, y coincidió en su relato sobre los intentos de Parra por acercarse a Agustina.
Recordó que luego del ataque, “apareció una mañana que salíamos del hospital con los padres, queriendo hablar, pero no le prestamos atención. No nos cerraba nada de lo que se decía que había pasado”, contó.
“Queremos justicia y que se resuelva esto”, agregó.
La teoría de la Fiscalía
Según la teoría de la fiscalía, el 2 de julio Pablo Parra ingresó por la parte trasera de su vivienda por una escalera que dejo en el patio, también había dejado la puerta trasera abierta. Luego ingresó a la casa y atacó a Agustina a golpes hasta dejarla inconsciente. Las lesiones le provocaron un traumatismo craneoencefálico.
Luego de cometer su objetivo, para sostener su coartada desordeno un sector del dormitorio, se llevó su celular y el de Agustina y se escapó por donde ingresó.
Una vez fuera del departamento subió a su auto y fue a comprar helado, realizó el pago con tarjeta con el fin de reforzar su coartada. Compró cervezas en una despensa y volvió al departamento.
Al ingresar y ver Agustina tirada en el piso fingió sorpresa y acudió a la vivienda de un vecino del piso uno para indicarle que habían herido a Agustina, luego dieron aviso las autoridades sobre un supuesto robo.
Según los informes y los registros visuales se determinó que el femicidio de Agustina ocurrió entre las 19:32 y 19:38. En ese horario los cotejos realizados ubican a Parra en el lugar de los hechos.