El cierre de exportaciones de carne por 30 días, con el fin de controlar los precios para el consumidor argentino, generó el rechazo generalizado de los productores rurales de La Pampa. En las redes sociales, ya manifestaron su enojo por la suspensión dispuesta este lunes por el Gobierno de Alberto Fernández.
Los productores pampeanos, por supuesto, no serán los únicos perjudicados: también los frigoríficos, la mayoría de los cuales tienen cuotas para exportar, como el Pampa Natural (del pueblo de Speluzzi, controlado por La Anónima), General Pico (Pico), Carnes Pampeanas (Santa Rosa) y HV (Bernasconi).
En principio, si la medida se levanta en un mes, no afectaría a la mano de obra. Pero sin dudas ya generó incertidumbre ante las nuevas inversiones que las plantas estaban encarando.
Con el cierre de exportaciones por 30 días, el Gobierno espera que se ordene la cadena de distribución en el país y pueda verificarse la baja en el precio de la carne, uno de los más decisivos en la composición de la canasta de alimentos de los argentinos.
“Es una patada en los dientes. Lamentable, nunca ha dado resultado”, dijo un dirigente de una asociación rural pampeana a Diario Textual, en off de récord. “Vamos a esperar la decisión de las entidades madres para definir los pasos a seguir. Ya se habla de cese de comercialización”, agregó, en referencia a un lockout.
Por lo pronto, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) salió al cruce de la medida y confirmó que analizan medidas de fuerza. “CARBAP, en estado de Alerta y Movilización, convoca de urgencia a su Consejo Directivo para decidir acciones”, tuiteó.
A su vez, la suspensión de las exportaciones de la carne por 30 días generó el repudió de los dirigentes de la oposición pampeana: dijeron que se perderá ganado en pie y mano de obra.
Uno de los primeros en expresarse fue el exdiputado Daniel Kroneberger (radicalismo). “La decisión de suspender por 30 días las exportaciones de carne es perjudicar el trabajo y la economía de todos los argentinos”, dijo. “No hay dudas que es una medida que va en contra del desarrollo y el crecimiento de la ganadería. No es una medida efectiva para bajar el precio de la carne. Eso ya quedó demostrado a lo largo del tiempo. Estas decisiones nunca acrecentaron la oferta para consumo local y así bajar los precios. Sino que redujeron la producción ganadera”, expresó. “Esta decisión causa un daño en el sector productivo, que es la generadora de empleo, en un momento donde los índices económicos, nos preocupan a todos”, dijo.
Lo mismo expresó el senador Juan Carlos Marino (radicalismo). “Esta medida ya la probaron. Ya falló. Le pedimos al Gobierno que deje de repetir errores del pasado y de tomar medidas que perjudican el empleo. Necesitamos reactivación económica, no recortes productivos”, dijo.
El exintendente de Riglos dijo que la inflación no se soluciona cerrando exportaciones. “Con esta medida solo recortan dólares que ingresan al país y que el Estado recauda a modo de impuestos -no olvidemos que gran parte del costo de los productos está ahí- pero no se baja el precio del mercado interno”, manifestó.
“La falta de un plan concreto lleva a estos ‘manotazos de ahogados’ que agravan la situación en lugar de traer alivio. Le pido al Gobierno que repiense y revea la medida”, dijo.
El titular de Confederaciones Rurales (CRA), Jorge Chemes, también se expresó al respecto. “Es un error el cierre de exportaciones de carne. Es una marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería”, dijo. “Vamos camino a un cese de comercialización”, adelantó.
Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), también salió a manifestar su descontento. “El cierre de exportaciones de carne por 30 días es un error y un paso atrás en todo sentido. Causará un daño irreparable a un sector productivo que ha demostrado que genera empleo y actividad en todo el territorio nacional”, dijo.